Respaldo y solidaridad con la Jueza Gloria Martina

Este es el documento que elaboraron Convocatoria Neuquina por la Justicia y la Libertad junto al Sindicato de Empleados Judiciales de Neuquén, al respecto.

CONVOCATORIA NEUQUINA POR LA JUSTICIA Y LA LIBERTAD y el SINDICATO DE EMPLEADOS JUDICIALES de NEUQUEN (SEJUN), expresan su respaldo y solidaridad a la Sra. Jueza de Familia de la Zapala Dra. Gloria Martina, frente al pedido de formación de un Jurado de Enjuiciamiento promovido por el Intendente de esa Ciudad  Sr. Edgardo Sapag, a raíz de que la Magistrada no hizo lugar al desalojo por la fuerza pública de los empleados municipales que ocupaban el edificio municipal en el marco de una protesta que tuvo lugar el  día 14 de julio del año 2010.

Reafirmamos que la impugnación o cuestionamiento de las decisiones judiciales, debe hacerse por los carriles procesales previstos en la ley, sin desnaturalizar aquellos mecanismos constitucionales que han sido previstos exclusivamente para sancionar el mal desempeño de los Jueces y no para  lograr que se cambien algún criterio o resolución jurisdiccional.

Manifestamos que el derecho penal, de acuerdo al sistema constitucional que nos rige, es la última ratio pues implica el ejercicio de violencia y, por tanto deben preferirse todos aquellos mecanismos no violentos para dirimir las controversias y evitar la criminalización de los reclamos gremiales o sociales.

Señalamos también nuestra preocupación frente a las acciones de sectores corporativos del propio poder  judicial, que por fines absolutamente subalternos vienen hostilizando a la Jueza Martina a través de denuncias, la promoción de sumarios administrativos y cuestionamientos infundadas, con el propósito de minar progresivamente su credibilidad, su independencia, y su fortaleza anímica.

La independencia judicial constituye un valor muy importante en el estado de derecho, pues en ese principio reposa la vigencia efectiva de los derechos de cada uno de los habitantes de esta Provincia, siendo por ese motivo que todos debemos defender la independencia de los Jueces, mucho más cuando los ataques resultan infundados y provienen de sectores políticos a quienes los propios jueces deben controlar en la gestión de la cosa pública.

Además, no podemos dejar de señalar el verdadero despropósito de quienes, ejerciendo funciones judiciales, promueven o acompañan – a veces desde las sombras- acciones como las que cuestionamos, y de reclamar al Tribunal Superior de Justicia que asuma una actitud verdaderamente garantizadora de la independencia judicial, desalentando el clima de hostilidad instaurado  contra la Magistrada y creando las condiciones para que pueda ejercer su  magistratura en condiciones de respeto, dignidad y eficacia.

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