Fueron rechazadas las recusaciones contra cuatro miembros del Consejo de la Magistratura promovidas por una postulante

Sólo fue aceptada la excusación del consejero Hugo Altamirano.

En la sesión ordinaria del martes 14 de diciembre el Consejo de la Magistratura de Neuquén rechazó por unanimidad las recusaciones contra Carla Castiglioni y Hugo Altamirano (abogados de la matrícula), Gustavo Olivera (bloque del Partido Justicialista) y Enry Rebolledo (bloque Apertura Popular), impulsadas por la postulante al concurso para juez correccional de Zapala, Alicia Rodríguez.

La convocatoria para cubrir esta vacante ya se realizó, pero la mayoría de los consejeros consideró que las dos aspirantes en carrera -entre ellas Rodríguez- no reunían las cualidades para el cargo. El cuerpo decidió llamar nuevamente a concurso, el último que hará la actual gestión, a la semana de haberlo declarado desierto. Rodríguez se inscribió y recusó a los cuatro consejeros.

Castiglioni, Altamirano y Rebolledo rechazaron el planteo de la postulante. Hicieron su descargo "in voce" en la última sesión. En aquella oportunidad se resolvió correrle vista al asesor letrado para consultarlo acerca del procedimiento en estos casos. El abogado aseguró en su dictamen que debía integrarse el pleno con los suplentes de los consejeros recusados.

La presidenta del organismo Graciela Martínez de Corvalán (Tribunal Superior de Justicia) les tomó juramento a Alfredo Osés, Pedro Quarta y Carlos Hernández quienes reemplazaron a Castiglioni, Altamirano y Rebolledo, respectivamente. Gustavo Mazieres, suplente de Olivera, no asistió a la reunión. El cuerpo se completó con Oscar Lavaggi y Norma Lacoste (bloque Movimiento Popular Neuquino).  

Luego de que el pleno descartó la prueba ofrecida por Rodríguez -al entender que no era "pertinente" ni "útil" a la cuestión- Osés leyó su posición sobre el tema. Afirmó que el voto de los consejeros fue fundado y que recusarlos por sus calificaciones perturba el desenvolvimiento del organismo. Martínez de Corvalán agregó que actuaron en el marco de las facultades que le otorga la Constitución y la ley provincial 2533. Manifestó que los criterios empleados fueron objetivos y citó las expresiones de Alberto Tribug, su subrogante en el concurso, que aludió a la "escasa experiencia, "limitada capacidad argumentativa", "respuestas ambivalentes" y "errores de interpretación" de las postulantes. Se refirió a la nota que Rodríguez presentó al organismo con reflexiones acerca del concurso (no una impugnación) lo cual apuntaba a que "ha consentido tácitamente" lo ocurrido. Señaló que aquí no era muy habitual que los aspirantes que habían fracasado se inscribieran inmediatamente después a un concurso, pero que en otros Consejos sí sucedía. El resto de los integrantes del cuerpo adhirieron a los argumentos.

La excusación formulada por Altamirano fue tratada por la composición original -en tanto "jueces naturales"- y fue aceptada por mayoría. Los únicos que se opusieron fueron Olivera y Rebolledo quienes sostuvieron que las causales debían ser analizadas de manera estricta y que no se podía avalar tan "livianamente" una excusación. Tanto Lavaggi, Castiglioni, como Martínez de Corvalán hicieron hincapié en que debían respetar las razones alegadas por el consejero -violencia moral, delicadeza y decoro- más aún cuando dijo que no intervendría con objetividad ni imparcialidad.

Olivera y Rebolledo presentaron una nota interna en la que mencionaron que no se cumplió con el cronograma previsto para el concurso, que indicaba que el jueves pasado se realizaría una reunión extraordinaria para aprobar el listado y el temario, y que esto provocaba que se alteraran los plazos.

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