Consejo de la Magistratura: el camino es la enmienda constitucional

Tras un año en el que las críticas al Consejo de la Magistratura se centraron en la discrecionalidad con la que sus miembros utilizaron las calificaciones en las entrevistas de los exámenes a los postulantes para ocupar cargos en el Poder Judicial como un sistema para bajar en el orden de mérito a quienes habían obtenido buenos puntajes en la instancia técnica, Convocatoria Neuquina plantea que el problema del órgano extrapoder, que se lleva millones por año del presupuesto provincial, está en las bases. 

La propuesta para enmendar la Constitución tiene el objetivo de retomar el debate que, durante la reforma de 2006, el MPN y sus aliados del radicalismo impidieron realizar, sacando un Consejo de la Magistratura a la medida del Poder Judicial de ese momento, con la cúpula del TSJ cuestionada por una subordinación al poder político que llegó a niveles extremos. 

Las reformas, en resumen, se basan en un cambio en la integración, con "un vocal del Tribunal Superior de Justicia; un magistrado en funciones; un abogado matriculado en la provincia y en ejercicio de su profesión, en representación de los Colegios de Abogados; un empleado del Poder Judicial en ejercicio de su función, no abogado; tres ciudadanos, no abogados, ni empleados o contratados de los poderes públicos municipales, provinciales o nacionales (...) y de reconocida trayectoria en actividades en defensa ya sea de los derechos de los habitantes, de comunidades, de la legalidad, de la democracia, o en tareas de bien público en general, a razón de uno por cada uno de los tres partidos o agrupaciones políticas que hayan obtenido los mayores números de votos en las elecciones legislativas. Los cargos serán desempeñados ad honorem". 

En detalle, las modificaciones que Convocatoria Neuquina propone para el Consejo de la Magistratura figuran en el proyecto de enmienda enviado a fines de 2008 a la Legislatura provincial (ver adjunto).