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Una médica de Mariano Moreno, mediante el mecanismo de participación ciudadana establecido en el Reglamento de Concursos, criticó en duros términos el accionar de la actual defensora de los Derechos del Niño y del Adolescente de Zapala, que aspira al cargo de juez de Cámara.

En la sesión ordinaria del Consejo de la Magistratura de Neuquén del martes 22 de noviembre se informó de la presentación realizada por la médica, Claudia Ester Costilla, encuadrada en el artículo 23 del Reglamento de Concursos del organismo como participación ciudadana, respecto de la concursante Gabriela Calaccio. Ingresó por mesa de entrada el 21 de noviembre.

El aporte, al que accedió Convocatoria Neuquina, consigna dos casos en los que intervino Calaccio. En el escrito se menciona con nombre y apellido a las personas implicadas, razón por la cual no se adjunta el texto completo.

La médica aseguró que en 2006 la defensora pidió dos veces que un bebé fuese entregado a su madre, sospechada de maltrato, y bajo el cuidado -madre e hijo- "de una abuela que vivía en otro lugar y que no registró nunca el peligro en el que se encontraba el nieto". Costilla señaló que cuidó y asistió al niño como médica residente del Hospital Zapala en oportunidad de su internación hasta la externación. El niño falleció en septiembre de aquel año.

"La dra. Calaccio nunca controló que la madre iniciara el tratamiento psicológico que el psiquiatra y el psicólogo recomendaron", apuntó. La funcionaria judicial solicitó que "la abuela sea la que controle a la madre" pese a que un informe de una asistente social indicaba que la mujer residía en otro lugar junto a su esposo, que no había hablado con él de la posibilidad de mudarse, y que tenía limitaciones para reconocer la situación del nieto y "la importancia de su rol de cuidadora". Citó como pruebas la historia clínica del bebé y dos causas judiciales.

El segundo caso es el de una niña embarazada, víctima de abuso sexual infantil, que fue internada por disposición del juzgado de Familia de Zapala, en el Hospital Mariano Moreno, donde Costilla ejercía la dirección. La médica sostuvo que el juzgado determinó la prohibición del acercamiento del presunto abusador y que ella "habiendo constatado personalmente la violación de la orden" puso en conocimiento al juzgado "así como la existencia de regalos y otras conductas" que "demostraban situaciones de seducción del hombre hacia la menor".

Costilla dijo haber generado un vínculo con la niña durante su estadía en el Hospital, que continuó luego del nacimiento del bebé. Intempestivamente la relación se cortó debido, según explicó, a que la defensora convocó a su despacho a la niña y "le leyó en voz alta el acta que se confeccionó en el Juzgado" cuando la médica informó que el posible autor había incumplido con la prohibición de acercarse.

"Considero así que la Dra. Calaccio violó el secreto profesional al comentar a la niña- innecesariamente- hechos conocidos en ejercicio de su profesión, provocándole con ello hondo dolor y sumiéndola en un estado de absoluta desprotección y vulnerabilidad al alejarla de quien la protegía y contenía, aislándola y dejándola expuesta a situaciones de peligro frente a personas y circunstancias que la joven no se encuentra en condiciones de enfrentar ni evitar, dada su corta edad (...) la falta de contención familiar y las difíciles situaciones por las que atraviesa como consecuencia del abuso del que resultara víctima, siendo re-victimizada por la actitud de quien tiene a su cargo precisamente su defensa", expresó Costilla. Refirió una causa judicial y un informe elaborado por una psicóloga.

A su entender la defensora "carece de responsabilidad, compromiso y vocación para desempeñar el cargo para el que se postula". Manifestó su disposición para ratificar o ampliar lo expuesto.